martes, 28 de julio de 2009

QUADROPHENIA VIII - "Leave Me Alone"

A mis tiernos 4 años tuve la primera toma de contacto con la música, un familiar, mi primo cada vez que iba a su casa me ponía ajados casetes TDK en una vieja mini cadena de doble pletina, donde tras escuchar lo que ahí sonaba me preguntaba:

-¿Mola eh? ¿Te lo grabo?

Y tras unos minutos, que pasaban lentos pero emocionantes, me entregaba otra TDK con una pegatina en la que escrito aparecía título y artista. A la vuelta en el tren donde me sentaba al lado de mi abuela yo me entretenía mentalmente degustando aquellas canciones que oí anteriormente en casa de mi primo David.
Por desgracia, no contaba con un walkman para reproducir la cinta que tenía el bolsillo, pero eso fue hasta unas navidades del 91, donde bajo la cama de mis padres descubrí el regalo de aquel año, envueltos ambos en un papel de plata azulado que acabé destrozando de la emoción estaban un precioso walkman Sony y en otra cajita, el nuevo trabajo de aquel tipo que oíamos mi primo y yo cuando iba a visitarlo.

Corrí a estrenar el walkman y la cinta mientras miraba aquella portada que era una mezcla entre El Jardín de las Delicias de El Bosco y un batiburrillo de carteles circenses de principios de siglo. Aquella portada me generaba una controversia y un cierto terror que me atraía… ¿que pintaba una niña pequeña con un cráneo de algún animal y un perro con una corona sobre un trono? Era (y es) espectacular, no entendía nada en esa portada y eso me gustaba, a la par de la música que escuchaba mientras. El ritmo predominaba por toda mi cabeza, mis oídos resonaban con aquellos aullidos y voces, era extravagante, algo de dimensiones épicas y totalmente impresionantes que habían creado un nuevo mundo de sensaciones en la mente de aquel pueril que era yo.

Me guardaba cada recorte en las que aparecía el que era mi “nuevo” ídolo, quería ser como el, me veía aquellos conciertos que por entonces ponía tele5… aquellos estallidos y fogonazos con coreografías y la más increíble variedad de efectos sonoros y visuales que uno ha podido ver nunca por aquellas fechas. Con forme pasaba el tiempo y los años conseguí hacerme con trabajos anteriores que reproducía sin cesar en el walkman. Mi abuelo me regaló el que ha sido y será el mejor disco de todos los tiempos, era… una obra maestra aunque no sonaba a lo que ya había oído, este era otro tipo de sonido y efectivamente, aquel discazo tenía las mejores canciones. Trataba de imitar un paso de baile que consistía en andar hacia atrás de una forma espacial… estaba extasiado y mis ganas por conseguir más material no cesaban.

Cuando comencé a tener cierto poder adquisitivo ahorraba para comprarme el nuevo disco o cinta, la última que me grabó mi primo fue del 95, la portada mostraba al gran artista reconvertido en una estatua con estética militar, y como era de esperar, el interior sonoro no defraudó. En esa navidad en la que mi primo me grabó la cinta creo que pude oír ese trabajo así como diez veces. Especialmente cinco canciones, que debían de estar machacadas de tanto que las repetía, lo mismo los botones de rebobinado del walkman, aunque… también utilicé los fantásticos bolis (Bic naranja rebobina fino y Bic cristal rebobina normal), me van a permitir este pequeño salto en el tiempo y que me desvíe levemente del tema central, pero a uno le vienen gratos recuerdos de infancia y adolescencia “ochentera”, las cosas se saboreaban con más ganas y las esperabas con impaciencia para gozar mil veces sin cansarte, eran otros tiempos, ahora vivimos tan rápidamente que estos pequeños placeres pasan desapercibidos.

Sigamos, como iba hablando, aquella navidad del 95 ya tenía banda sonora, ¿cómo podía ser que aquel talento iba cada vez a mejor?. El verano de aquel mismo año pude comprarme su primer disco en la discográfica Epic, aunque ya tenía toda su discografía en cassette a parte de los discos más viejos que grabó junto a sus hermanos en la Motown de Berry Gordy. De aquel “primer” LP también rallé con saña varios de sus temas, especialmente el primero… totalmente bailable y con regusto discotequero de los setenta. Hace nada he dicho que como sería posible que aquel talento pudiera ir a mejor, ¿verdad?, pues para mi desilusión, en 1997 había nuevo trabajo musical pero solo contenía cinco nuevas canciones, el resto eran remezclas, pero aun con un sabor agridulce no me sentía tan defraudado, pues un par de temas fueron un pelotazo durante aquel año, a parte de la película promocional. Aquellos veranos en los que hacía tiempo escuchándolo antes de bajarme con mi bicicleta y darme un paseo por el barrio y rondar a mi vecina… esos veranos también tuvieron banda sonora.

Pero los años pasaron y en televisión si salía alguna noticia sobre “mi ídolo” era para ponerlo a caldo y acusarle gratuitamente, pero miren, mejor no hablo sobre esto porque creo que hemos tenido suficiente durante su vida con los enredos y cotilleos de los buitres y carroñeros que siguen sacando tajada de su reciente fallecimiento así que mejor no hacerles publicidad gratuita, el tiempo pone a cada uno en su lugar. Recordemos a nuestro protagonista como se merece y como nunca lo ha hecho la televisión.

Como iba diciendo, en televisión y medios de comunicación no adelantaban nada de un hipotético nuevo trabajo, era una lástima. Yo ya llevaba unos años fascinado con Queen, Springsteen, Bee Gees, Héroes del Silencio, The Beatles…etc e iba abriendo mis horizontes a mis 12 años, con los vinilos de mis padres, las cintas de mi primo y poco más me iba abasteciendo los conductos auditivos de nueva música haciendo la espera más corta. El 2000 se acercaba y con el los miedos al fin del mundo, el efecto 2000, catástrofes y Apocalipsis nucleares. Nada de eso ocurrió, bueno… alguna que otra catástrofe que desencadenó en una auténtica masacre e invasiones varias de las que no vamos a hablar; esto fue en el 2001 cuando juntando mis ahorros y madrugando me acerqué a una tienda de discos aquí en Alcorcón, iba buscando el nuevo disco del ídolo que se llamaba “Invencible”, me dieron a elegir varias portadas; roja, azul, amarilla, verde y blanca, esta última fue la que me llevé. No tardé nada en ponerlo en la mini cadena. Alucinado estaba! 16 canciones nuevas donde encontraba temazos impresionantes como "You Rock My World” y baladas de preciso arte sobrecogedor como lo eran “Butterflies”, “Speechles”…etc. Estaba encantado, lo ponía a todas horas y en la radio y televisiones no paraban de poner el single. Volvía a tener esa sensación que no sentía desde hacía tanto tiempo.

Pasaban los años y del Rey no aparecía más noticias musicales, pero si sobre su vida personal, bochornosos intentos de periodistas faltando el respeto y mofándose sobre sus ocurrencias y costumbres, buitres que volaban en círculo ataviados con cámaras de fotos, micros y preguntas cargadas de la peor mala gaita, era muy lamentable. Volviendo a hablar de su música, aparecían más recopilatorios, dvd’s… me hice con varios dvd’s que no tenía en mi videoteca musical, así como algún que otro nuevo recopilatorio y vinilo que no tenía. No se divisaban noticias musicales ni nada que se le pareciera hasta hará relativamente poco que se anunciaba su regreso a los escenarios, algún tema inédito que salía a la luz y nuevas esperanzas que se truncaron el 25 de junio de este año, yo me encontraba viendo la televisión a eso de las tres de la mañana y en CNN ví la noticia que no me podía creer, había muerto, estaba aturdido, no podía ser, eso era algún tipo de broma macabra o solo un rumor, pero no, su fallecimiento era oficial, mi novia se acercó al sofá y se lo dije, ella tampoco se lo podía creer hasta que se lo señalé en la pantalla de la televisión…



Se fue el ídolo, el Rey del Pop… hasta siempre Michael.



Charly.-