domingo, 24 de mayo de 2009

Quadrophenia VI (En Plena Noche a eso de las 3)

Para este mes tenía preparado un nuevo artículo, quizás no tenía mucho que ver con la música, pero si con unos temas que en cierto modo están ligados, arte e ignorancia, pero en estos días la música española ha perdido a un hijo, ese chico triste y solitario que empezó junto a su primo en un grupo que cosechó muchos éxitos e hicieron un himno generacional a partir de una canción. A parte de sus malos momentos, Antonio Vega, era y será el amigo de la música, el maestro que demostraba que ante las adversidades siempre tenía el ánimo y el alma preparados sobre el escenario, hasta que hace unas semanas la salud le pidió tregua y más tarde, Antonio, finalizaría su último concierto desde el corazón de todos los que amamos la música un 12 de mayo de este mismo año.

Era un lujo tenerle al lado, tanto en el escenario como en el estudio. Recuerdo una entrevista a El Arrebato hace relativamente poco que concedió a Víctor Alfaro de RadioSol XXI, le preguntaron por Antonio Vega y este dijo…”Iba por la Gran Vía madrileña, al cruzar, un motorista me saluda, me giro y quien se quitaba el casco era mi buen amigo Antonio.”

Siempre tenía amigos allí por donde iba, era muy querido (y lo sigue siendo, que carajo!), Los Limones, Los Secretos, Rosario Flores, Ketama, Elefantes, Pau Donés, Amaral, Tontxu, Conchita, Miguel Bosé… es tan larga la lista de gente que lo quiere que me harían falta muchos más artículos para nombrarlos a todos.

En esta última gira contó con Manolo Tarancón para abrirle los shows en varias ciudades, entre ellas en Barcelona en la Sala Bikini. Manolo disfrutó mucho con su compañía y tocando antes de el, cuando me llamó me dijo…”Antonio está estupendo tio, de verdad, la gente se inventa muchas cosas, lo ha bordado en el concierto y está muy entero. Además es un tío muy agradable y estuve hablando con el antes del concierto.” No le faltaba razón, las fotos que ví le hacían justicia, se había cortado el pelo, tenía esa mirada perdida… pero no le faltaban fuerzas, la foto en la que posaba junto a Manolo en el Backstage en la que Antonio sonríe… que grande es una persona que antes las adversidades de la vida nunca niega una sonrisa y unas palabras. Fernando Maés, gran amigo mío, músico salmantino y fan reconocido de Antonio me contaba tras un concierto en la misma ciudad lo que sentía por Antonio Vega, lo admiraba de forma increíble, como el mismo decía era “El Maestro”. En los conciertos de Fernando siempre versiona algún tema, “Lucha de Gigantes”, “Una décima de segundo”, “El Sitio de mi Recreo”…etc. Estoy seguro que a partir de estos días, Fernando lo recordará con más orgullo si cabe cada vez que comience con algún acorde de “El Maestro”.

Como un sms que me mandó un buen amigo tras enterarse de la noticia: “Siempre nos quedarán sus canciones”. Nunca faltan en mi mp4 canciones como “Lucha de Gigantes”, “Elixir de Juventud”, “Esperando Nada”, “Desordenada Habitación”, “Una décima de Segundo” o “Pasa el Otoño”…saben? Le debo muchísimo, es más, todos le debemos a este hombre muchísimo por haber puesto música a nuestras vidas, “Pasa el Otoño” es una canción que me da ánimos, me levanta del suelo cuando caigo y me emociona dejándome un nudo en la garganta, como el 12 de mayo al volver a oírla, no pude evitarlo, me sentía conmocionado. Cuando una canción te toca el corazón, la entrepierna y la cabeza ya la haces tuya y es parte de una banda sonora que nos acompaña el resto de la vida:


“Pasa el otoño en Madrid y el color ocre se funde a gris,
vuelven recuerdos de inviernos pasados junto a ti.
Sentado hoy frente al mar, nada perturba la paz,
Y ahora comparto contigo,… nuestra verdad.

Y es que de hecho hasta hoy, no me ha importado nunca donde voy,
en cualquier puerto puedo recaer, ser quien sea, ser como soy.
Atados, manos y pies al corazón que fui fiel
ójala me condenaran…, a la niñez.

Pero después descubrí, que amar en libertad no era sufrir
ójala me condenaran…, a compartir.
Y llego la madurez, ideas claras saber lo que quieres ser
ójala me condenaran…, a no volver.

Quiero escuchar, crujir las hojas al andar,
una vez más, porque el otoño pasa en Madrid.
Quiero guardar hojas doraras hasta abril
pasa el otoño en Madrid.(Bis)

Quiero escuchar, crujir las hojas al andar,
una vez más, porque el otoño pasa en Madrid.
Quiero guardar hojas doraras hasta abril
pasa el otoño en Madrid.(Bis)
Quiero escuchar, crujir las hojas al andar,
una vez más, porque el otoño pasa en Madrid.
Quiero guardar hojas doraras hasta el mes de abril.”

Increíble canción (y no os perdáis "Ángel de Orión") de un emotivo disco titulado “ 3000 noches con Marga” editado en 2005, último disco de estudio que iba dedicado a su compañera sentimental Margarita del Río a la que el cáncer (maldito!) también se la llevó, fue un duro golpe para Antonio el cual se sumió en una depresión de la que le costó salir, pero como ya he dicho, nunca le flaquearon las fuerzas ni las sonrisas. Aquel espigado muchacho poco a poco fue consumiéndose, se le iba encorvando su cuerpo y la mirada fijada hacia un infinito que el solo podía ver. Su demacrado rostro era algo notable, como aquel concierto de “Los Nº1 de los 40 Principales” en el que Amaral compartió junto a Antonio Como Hablar”, fue un shock verle así, se iba consumiendo pero vuelvo a repetir, su voz y su carisma jamás se desgastaban, hiciera lo que hiciera, jamás defraudó tanto como músico y como persona, jamás, por mucho que digan los ignorantes y “sabelotodo”. Sin olvidar a los buitres carroñeros de EMI, anda que os ha faltado tiempo para sacar un recopilatorio… en fin, no hagamos leña del árbol caído.

Se fue otro genial compositor, amigo y músico, en general un gran ser humano. Allí donde quiera que esté, compartirá algún tipo de escenario junto a Pepe Risi, Enrique Urquijo, Carles Sabater, Canito y Guille Martín.

Gracias, simplemente, Gracias por todo Maestro…

Charly.-